Gestos

por Alejandro Rojas


Un brazo sostiene mi semblante
y las líneas de mi mano
son redes que tiende el recuerdo
un rezo puritano se escuchó
como franela deseosa de mi muerte

Si sigues el orden de un ladrillo
sólo otro lo romperá
mi madre me había hablado de la unidad
pero tú no lo querrás cuando ellos lo quieran
es simplemente el impulso que te lleva a desear

Ser un hombre útil
siempre me ha parecido espantoso
quién romperá los lazos con la noche
quién hilará las estrellas con tu cuerpo
quién desafiará el rumbo desconocido
quién mantendrá esas palabras
cuando tu historia ni la puedo contar

Somos el gran códice
que sólo algún aventurero perdido descifrará
fusión de viejos acertijos de soledad
y el corazón se mantiene protegido
de una extraña coraza de heroísmo
de fosas que guardan temores
de piedras que se vuelven arena
cuando se inconforman con el amanecer

He visto algunos rostros
metidos en el fondo de las copas
hundidos en las historias de un periódico
buscando escasas siluetas
en los restos que deja el café

Triturando las moronas
de una actitud estúpida
y la noche nos deja al día siguiente
rasguñándonos la piel
para ver si estamos aquí

Otra arruga más
que persigna esta mano
que coge el inseparable tabaco
y en cada suspiro agitado
se nos escapa un cacho de vida.


Derechos Reservados. Copyright, Péndulo 1995. México.