Dos variaciones sobre una misma alma

por Alejandro Slucki


I
Torpe vuelo
el alma salta charco a charco
mancha su instinto
de preguntas sinrazones
el silencio la envejece
y el temor carcome
todos sus anhelos primogénitos.

Pudo haber sido
ansia de tiempo ilimitado
esfera mágica de luz en anticipo
pudo haberse ido
con la voz de huracán
a recorrer la marginalidad del eco.

Pero el alma es infidébil:
voluntariamente clava su mirada
en una estaca
con la punta hecha de fuego
una a una va anudándose las venas
o amarra su memoria a los vacíos
o se quiebra como el ala de un deseo
hasta sangrarse total
mente desquiciada
incapaz de comprenderse el infinito.

II
Torpelenta
el alma exhibe sus entrañas
se proclama eterna
víctima del sueño
urge sus lágrimas
de lluvia en los barrancos
siembra sus gritos
hasta erosionar la tierra
y hace de ella su desierto.

Pudo haberse entregado
al universo
formar parte de su misterioso código
sin la tortura de números
ni siglos
pudo haber sido
exhalación de los planetas
o el pululante susurro de una estrella.

Pero el alma
se envicia de plegarias
entre milenios
de interrogaciones ásperas
fatiga su trayecto
y sin saberlo
se derrumba
estropezada
a dos respiros de su propia ilimitancia.


Derechos Reservados. Copyright, Péndulo 1995. México.