COMO MAR QUE NIEGA SUS COSTAS,
la luz se canta a sí misma
No tiene dudas pues se sabe plena
No dice preguntas o agonía
cuando arranca colores a la sombra
Rebasa las habitaciones
las palabras voraces del diccionario
sólo para ser ignorando su nombre
No sabe vivir sin incendio
Nunca se rinde a orillas oscuras:
resucita a los locos de sueño
y devuelve al mundo un incesante canto